Cómo usar las fantasias en la relación de pareja

Estás leyendo una novela erótica en la cual la protagonista se masturba mientras es observada por varios hombres; notas que te excitas y tu también deseas masturbarte ante la mirada de tu pareja. O bien te estás imaginando en la consulta de la doctora y de repente la doctora te dice que tiene mucho calor y se empieza a quitar la ropa, tú te excitas al ver su cuerpo perfecto y acabáis teniendo sexo encima de la mesa del despacho. Fantasías como las anteriores descritas son bastante más comunes de lo que la gente piensa y no es indicativo en perversión ni de trastorno psicológico. Solo indica que la persona que la tiene posee una gran imaginación.

Muchas veces no sentimos mal al tener este tipo de fantasías por la educación recibida en las que se nos enseñó que el sexo es algo sucio y malo.

Entonces, ¿no es malo tener fantasías eróticas?

La verdad es que no, para que este tipo de fantasías se puedan considerar como algo patológico, estas deberían de afectar a la vida diaria de la persona y ser la única forma de poder obtener satisfacción sexual. Así que mientras no se conviertan en una obsesión, las fantasías sexuales nos ayudan a tener una vida sexual más rica y satisfactoria ya que son excitantes y estimulan la lívido.

¿Se pueden llevar a la práctica en la relación de pareja?

Esta pregunta es muy personal y depende de la fantasía y de la pareja. Hay algunas fantasías que son las llamadas "anheladas" en las cuales que crea imaginariamente un escenario que muchas veces es tan irreal (el de la consulta de la doctora) que intentar llevarlo a la práctica es realmente difícil y hasta peligroso (nos podrían detener por escándalo público). Dentro de las fantasías más realistas, si queremos hacerlas con la pareja, por ejemplo una sesión de Sado, tenemos que tener muy en cuenta los gustos de ella y si le va a molestar o no. Y aunque las fantasías pueden enriquecer la vida sexual de la pareja, hemos de aceptar que puede que a la otra persona no le parezca tan excitante, es muy importante tener en cuenta que en una relación de pareja no todo ha de ser compartido.

Lo ideal sería preguntar a la pareja si desea llevar a cabo algún cambio en la rutina sexual y comentarle alguna fantasía que creamos que puede resultarle excitante. Un buen indicativo es visionar juntxs alguna película porno que se recree la situación que nos gustaría emular y observar la reacción de nuestra pareja.

Te recomiendo la última novela erótica de Noemí Casquet, Zorra. Seguro que os sirve de inspiración para ponerle chispilla a vuestra relación.

¿Y tú como lo haces? ¿Preguntas a tu pareja?

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