El problema no es no tener ganas

02.05.2022

Este es un tema que se toca mucho en consulta y del cual me llegan correos de personas preocupadas todos los meses y es que las diferencias en el deseo sexual es uno de los grandes quebraderos de cabeza en las relaciones de pareja.

El problema no es del que tiene menos

Muchas veces la persona que tiene menos deseo se cree que es ella la que tiene el problema y por lo tanto es la que tiene que hacer algo para aumentar sus ganas y así se asume que la que tiene más deseo es la que tiene la conducta correcta. De este modo, la que tiene menos deseo es la que debe de satisfacer a la otra parte y eso no debería de ser así, ya que el deseo se puede activar hasta cierto punto pero no se puede forzar. Además no podemos responsabilizar a la otra persona de nuestro propio placer. De hecho a masturbación es la menor forma de poder disfrutar del sexo y se puede practicar en solitario cuando la pareja no está disponible o simplemente no tiene ganas.

Lo ideal es llegar a encontrar un punto en el cual las dos personas se sientan cómodas sin que hayan sentimientos de presión o de renuncia, para ello siempre recomiendo algunos cambios para estimular y llegar a un nivel más satisfactorio en la relación.

Cambios que podemos trabajar en la pareja

-Trabajar la comunicación diaria en pareja. Una comunicación en positivo es el pilar necesario para poder trabajar los problemas y dificultades que surjan en la relación.

-Hablar de sexo con tu pareja, de lo que te gusta y no.

-Enfocar la experiencia íntima en la sensualidad más que en la sexualidad.

Es muy importante que la persona que siente más deseo, no se lo tome como algo personal. Se puede fortalecer la relación con muestras de afecto no sexuales, si hay amor y confianza se podrá restablecer la intimidad emocional y física que se necesita.

El problema es cuando las diferencias de deseo entre ambas partes son tan grandes que producen malestar. Si la diferencia de deseo provoca sufrimiento en la pareja, entonces quizás la solución más honesta seria proponer la separación de esta.

Si tienes más dudas de sexualidad y quieres aprender más, te invito a que descubras mi último E-book, 

SEXOLOGIA PARA NO SEXÓLOGAS